No prolongues demasiado el ayuno , puesto que esto puede ocasionar un efecto negativo. Podemos beber siempre que tengamos sed sin estar preocupados por los análisis que tendremos en unas escasas horas. De ahí que, insisten desde Cruz Roja, si bien el ayuno no influye en otras cuestiones (como el grupo sanguíneo o los anticuerpos de anomalías de la salud infecciosas como el VIH), “por norma general la exhibe en ayunas está más limpia”. En verdad, bromea, si alguien se acabara de comer algún alimento grasiento, esos lípidos tienen la posibilidad de verse en el plasma de la sangre, que adquiere una tonalidad amarillenta y una textura mucho más viscosa. Tras evaluar los resultados de los análisis, los investigadores encontraron que los valores del colesterol total y del colesterol HDL (el \’bueno\’) cambiaron muy poco entre la gente que tenían diferentes tiempos de ayuno, en concreto un 2%.
En cambio, sí es mucho más habitual que sean muestras escasas o de mala calidad por la dificultad técnica para tomar una exhibe de sangre a edades tan cortas. Si tienes más inquietudes sobre el ayuno antes de un análisis de sangre, no olvides consultarlas con el médico. Es importante arreglar todas y cada una de las inquietudes anteriores a un examen de laboratorio.
¿Por Qué Razón Tengo Que Ayunar?
Esto se origina por que ciertos medicamentos alteran el resultado de ciertos valores, lo que hace que los desenlaces sean erróneos. El agua, los alimentos y el café tienen la posibilidad de alterar el resultado del análisis así como su interpretación por parte del médico. Se debe eludir consumir cualquier cosa que logre modificar los datos de la prueba.
Desde el laboratorio de análisis clínicos Eurofins-Megalab, comentan que este es un tema que crea muchas dudas entre los pacientes que van a realizar un análisis de sangre. El ayuno radica en no beber ni comer nada en el transcurso de un período de tiempo, por lo general en estos casos, se habla del período comprendido desde la cena del día previo hasta la finalización de los análisis. Los expertos aconsejan que este ayuno sea de entre 8 y 12 horas, aunque todo depende del género de prueba al que nos sometamos, por eso siempre es recomendable preguntar a nuestro médico. Si usted ha incurrido en el pecado de la gula o ha caído rendido al apetito antes de unos análisis, tal vez se estén preguntando si en el laboratorio, o su médico al consultar los resultados, se percatará de que ha hecho «trampa». No, no lo sabrán, pero va a ser usted quien se va a estar usted haciendo trampas al solitario. «No hay ningún factor que nos alerte de manera segura que la persona ha desayunado.
¿Por Qué Razón Hay Que Hacerse Los Análisis En Ayunas?
Si bien en general no es requisito guardar ayuno ni proseguir ningún tipo de nutrición diferente a la que proseguimos frecuentemente, sí que hay alimentos concretos que pueden interferir. Por ejemplo, la remolacha o la vainilla son 2 de los alimentos que, en ocasiones, se tienen dentro en la lista de no tolerados. Sin embargo, no tiende a ser habitual que se prohíba expresamente, a no ser que exista alguna contraindicación específica. En esa tesitura, va a ser el doctor el responsable de suministrar la información al tolerante de antemano al examen. Si desayunamos o cenamos fuerte después de este horario, podemos alterar, por ejemplo, el nivel de azúcar en sangre y los triglicéridos, por lo que los resultados no serían todo lo precisos que deberían.
Como comentan desde los laboratorios de análisis clínicos de la Cruz Roja en Madrid, el ayuno de ocho horas quiere medir los escenarios de determinadas substancias sin las interferencias que provoca el consumo de alimentos. La glucosa o los lípidos (colesterol o triglicéridos) son varios de los parámetros que tienen la posibilidad de cambiar después de comer, y como recuerda el doctor Buño la glucosa es el factor que con mucho más continuidad se acostumbra investigar en los laboratorios. Las horas que transcurren desde el instante en que nos levantamos hasta que finaliza la extracción, suelen hacerse muy pesadas.
Otras Sugerencias Antes De La Extracción:
No es que no tengamos la posibilidad siquiera matar la gula, es que el café, alivio general contra el madrugón de gran parte de la población mundial, asimismo está contraindicado. El desayuno puede alterar varios de los valores de nuestra analítica, distorsionando los resultados. Los análisis de sangre son controles rutinarios sencillos, sin efectos secundarios ni peligros para nuestro bienestar y que nos dan información muy valiosa. Sin embargo, pueden existir ciertas dudas sobre la preparación anterior para eludir que los resultados aparezcan perturbados. La alimentación es muy importante en este caso, pero hay más indicaciones aparte del tradicional ayuno que todos conocemos. Si usted pertenece a los que detestan salir de casa sin un café en el cuerpo, y la pereza le aniquila al tener que acudir en ayunas a su centro de salud para realizarse una analítica, puede estar de enhorabuena.
A fin de que las pruebas den el resultado más fiable posible, lo mejor que puedes hacer es continuar las normas proporcionadas por tu médico o por el centro en el que vayas a realizarte la prueba. Si tienes dudas sobre el ayuno que tienes que efectuar, solicitud las indicaciones de un profesional y llévalas a cabo. En el momento en que pase el examen, toma un desayuno fuerte para recuperarte de la extracción y continúa con tus hábitos normales hasta que tengas los resultados. En el momento en que estos estén listos, tu médico te indicará si todo está bien o si es necesario que realices algún cambio en el caso de que algún valor haya salido alterado. En lo que se refiere a la cena del día previo al examen médico, si bien lo aconsejable es no cambiar nuestros hábitos, sí deberíamos evitar los excesos de grasas, sodio y azúcares en especial, en tanto que estos son los que mucho más modificaciones tienen la posibilidad de provocar en los resultados.
Si no, podemos caer en el 5% de casos de análisis mal interpretados debido a no haber respetado el ayuno. Ya hemos visto que los cambios fundamentales antes de un análisis de sangre pasan por almacenar ayuno a lo largo de las horas indicadas y evitar substancias como el alcohol o el tabaco. Pero hay otros exámenes rutinarios que nuestro médico puede pedir para comprobar nuestro estado de salud. Aparte del citado hemograma, también es muy habitual realizarnos un análisis de orina.
Estos son los 2 valores que más se tienen la posibilidad de ver damnificados por la alimentación previa al análisis. Si bien la orina deja investigar menos parámetros que la sangre, también es importante que se recoja la primera de la mañana y en ciertas condiciones. Esa primera \’madrugadora\’ suele ser la mucho más concentrada, “por el hecho de que acumula todos los productos de desecho que han estado produciendo los riñones a lo largo de toda la noche”, enseña el doctor Buño. \’¿Pero de qué forma saldrán bien los desenlaces del análisis con el mal cuerpo que tengo yo en ayunas?
Hay referencias a trabajos en laboratorios clínicos en el Siglo XVIII en fases muy tempranas como señala José Manuel González de Buitrago en su trabajo «Evolución histórica de los laboratorios clínicos». No obstante, no sería hasta la era de la automatización cuando se establecería esta rama de la bioquímica. Estos análisis sirven para advertir infecciones urinarias y otras modificaciones del riñón o de otros órganos. Para que el resultado del análisis sea correcto, hay que continuar unas normas sencillas. En la situacion de los pequeños, antes de los tres o 4 años, y hasta que el niño adquiere el control de los esfínteres, la muestra de orina se recoge (“como se puede”) a través de bolsas estériles en el pañal, o dejando al pequeño sin pañal para intentar \’pillarle\’ en el momento en que orine. En los casos en que estas muestras sean deficientes o de mala calidad, se puede sondar al niño o tomar la muestra de forma directa de la vejiga (a través de una punción), “pero es algo muy infrecuente, solo cuando no queda otro antídoto”.
Y Si Es Un Análisis De Orina, ¿algún Cambio?
Si usted es diabético y toma medicamentos para reducir el azúcar o se pone insulina, debe preguntarle a su médico si debe proseguir su régimen estando en ayunas. Este frecuenta iniciarse la noche previo a la prueba si bien también puede ser dictado por el médico. Según el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, el tiempo recomendado para llevar a cabo un óptimo ayuno es de entre ocho y 12 horas. Este examen clínico puede apuntarnos la presencia de ciertas infecciones, además de darnos mucho más datos sobre patologías, como la diabetes, o probables inconvenientes en el riñón.