No pongas polvos de talco en su cara, puesto que secan la piel y cierran los poros que permiten la transpiración.
Esto es, es un género de reacción cutánea muy relacionado a este intérvalo de tiempo de su historia, como podrían ser las hormonas (sin relación con la nutrición). En el primer o segundo mes de vida de nuestros chiquitines, suelen mostrarse unos pequeños brotes en su carita que nos asustan bastante. Inmediatamente, nos imaginamos que es una alergia o una reacción por algún elemento extraño, pero la buena noticia es que, generalmente, se trata de un fenómeno llamado acné del lactante.
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No están socios con la lactancia ni tampoco a algún alimento que logre haber comido la madre. El acné del bebé tiende a ser un inconveniente común de su piel, el que dura unos pocos días o semanas y suele desaparecer sin prácticamente ningún tipo de tratamiento. Unas incógnitas en las que cobra una gran importancia conocer a qué se deben los granos que le van en la carita o en el cuerpo al pequeño. Unas intranquilidades que siempre y en todo momento es esencial tratar con el pediatra del pequeño a fin de que nos aconseje qué realizar.
Otras probables causas son el calentamiento elevado en la incubadora o los ambientes muy cálidos sin aire acondicionado. Por la estimulación de las glándulas sebáceas por parte de las hormonas maternas (transmitidas a través del cordón umbilical a lo largo del embarazo). No te agobies, desaparecerán espontáneamente en algunas semanas, en el momento en que desciendan los niveles hormonales del bebé. La piel del bebé solamente nacer es muy frágil y hay que tener especial cuidado con ella, desde la piel del culete y sus habituales irritaciones a la del resto del cuerpo. Prosigue al pie de la letra las advertencias del personal sanitario y no te asustes por el hecho de que es mucho más propensa a sufrir erupciones. Si un día descubres que tu hijo tiene granos, tranquila, normalmente no son graves.
Ten en cuenta que es importante entender por qué mi bebé suda bastante y tener en cuenta los consejos para proceder a la playa con el bebé. Muy importante que no los apretemos, en tanto que podríamos dejar marca o cicatriz. No es provocado por la lactancia ni la nutrición de la madre, sino más bien por la estimulación de las glándulas sebáceas por las hormonas de la madre (a través del cordón umbilical). Como causas primordiales, se acostumbra estudiar la existencia de hormonas maternas o infantiles.
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Estos granitos acostumbran a aparecer en los recién nacidos a los dos o tres meses de vida, y tienen la posibilidad de permanecer hasta el año y medio. En un caso así, estos granos de bebé son rojizos, pero asimismo tienen la posibilidad de aparecen puntos negros y blancos, muy parecidos al acné de los adolescentes. Algunos bebés lo desarrollan en ámbas o tres primeras semanas de vida. Surgen como una reacción natural frente a los cambios hormonales asociados a la mamá y al bebé durante los días cercanos al parto.
En la mayoría de los casos, los pequeños granos de color blanco que los recién nacidos presentan en la cara tienen dos orígenes. El acné miliar que mencionas se ajusta a diminutos quistes, que son muy usuales en los bebés. Casi siempre se muestran en la frente, mejillas y barbilla, son totalmente inofensivos y desaparecen al cabo de unos meses. Si tu hijo o hija tiene estos granos no tienes que preocuparte puesto que esto sucede al 40% de los bebés de entre uno y dos meses. Sólo es acumulación de grasa en la piel del bebé que queda atrapada en sus poros.
Son ampollitas que aparecen agrupadas en parte del cuerpo cierta, como el cuero cabelludo y el tronco. Si surgen, hay que asistir al médico rápidamente para evitar que se extiendan por el resto del cuerpo. Del tamaño de un grano de sal, los granos aparecen en la frente, se extienden a cara, leño y extremidades y van acompañados de máculas rojas. Se muestran con fiebre alta, lagrimeo y granitos blanquecinos en la boca. Granos con agua dentro, que pican bastante y se transforman en ampollas.
Puede aparecer desde el segundo o tercer mes de vida, y prolongarse hasta los 18 meses. Los granos de la cara del bebé lactante son distintos a los del recién nacido. Tienen un aspecto afín al acné que todos conocemos, pueden tener cabeza blanca y mostrarse puntos negros. Como el neonatal, el acné del lactante tiende a desaparecer sin precisar régimen, si bien puede ser algo mucho más molesto y persistente. En tal caso, asiste a tu médico, quien podría recetarte una crema para los granos del bebé.
Tiende a estar, más que nada, en el cráneo o la cara, como en la columna vertebral. Y lo mismo con aquellos granitos que se abren con herida y sangran, mejor realizar rastreo con el pediatra. La causa no ha sido definida con exactitud, pero se la frecuenta relacionar con la parte genética del bebé.
Siempre se habla de una piel suave, sonroseada… pero muchas veces la piel de nuestro pequeño puede presentar muchas deficiencias y granitos. Por otra parte, es conveniente lavar la cara del bebé cada día con agua no muy caliente. La hora del baño es, de hecho, un momento increíble para poder hacerlo.