Los autores concluían que la evidencia indicaba que la publicidad incrementa la ingesta y la prioridad hacia estos artículos ricos en calorías y de mala calidad sobre nutrición. Del estudio de los anuncios de artículos alimenticios emitidos en televisión en horario de programación infantil a lo largo de la semana escolar tenemos la posibilidad de afirmar que el tiempo destinado a propaganda dentro de la programación infantil ha aumentado un 5%. El tiempo designado a propaganda de alimentos era y sigue siendo, precisamente, una tercer parte del total designado a propaganda, a lo que hay que sumar que el efecto de la publicidad se ve acentuado por el número de horas totales que un niño pasa delante del TV. Este estudio coincide con nuestro trabajo al resaltar que la mayor parte de los productos ofertados son dulces, fast food, cereales azucarados, aperitivos salobres y refrescos, o sea, alimentos de contenido elevado energético y bajo valor nutritivo. De los dos puntos anteriores se deduce que la alimentación ofertada es deficitaria en frutas, legumbres, vegetales y pescados y excesiva en grasa y azúcares sencillos. Hay una divergencia clara entre lo que se proporciona y lo que los especialistas en nutrición aconsejan consumir.
En el etiquetado, por ejemplo, se emplean colores y letras coloridos y interesantes, mascotas, personajes animados conocidos o juegos recortables. Asimismo es frecuente que los productos incluyan en su interior juguetes, cromos u otros productos coleccionables que benefician la continuidad de su compra. Además de esto, el posicionamiento de estos artículos en las estanterías más bajas del autoservicio es otra estrategia para aumentar su visibilidad entre los más pequeños. Los anuncios de televisión de forma frecuente apelan a dibujos animados (en el momento en que el objetivo son los pequeños) o a grupos de jóvenes haciendo ocupaciones populares y consumiendo estos artículos para proporcionarles un estatus de “deseables”. Todo ello, en grupo, transporta a que la industria alimenticia promocione extensamente modelos no saludables (ricos en azúcar, grasas o sal) a los niños, pero no como compradores directos, sino más bien como mediadores. En ese sentido, los más pequeños de la casa se convierten en los integrantes mucho más codiciados por las compañías para ingresar algunos alimentos entre sus familias.
Influencia De La Publicidad En La Alimentación Infantil
El registro de la propaganda de alimentos emitida en todos los canales de televisión libres en el intérvalo de tiempo analizado permitió juntar un total de 83 avisos de publicidad sobre alimentos y bebidas. Del total de la propaganda de alimentos en el lapso de tiempo analizado, 47 anuncios iban dirigidos a niños, jóvenes y/o familias, incluyendo bebidas y jugos (56,6%). Según los estudiosos, estos descubrimientos son particularmente importantes sabiendo los últimos estudios que revelan que los pequeños están expuestos a un promedio de cinco anuncios de comida por hora, con los alimentos poco saludables representando más de un 80 por ciento de todos y cada uno de los avisos de alimentos retransmitidos por televisión en Canadá, USA y Alemania.
Es lógico comprender que fué afectando de una forma diferente en función del rango de edad o etapas de la vida en la que estamos, siendo la publicidad una suerte de camaleón capaz de ir camuflándose para pasar desapercibida y conseguir los efectos que desea sobre esos a los que va enfocada. El almacenamiento o ingreso técnico es necesario para la intención legítima de almacenar opciones no solicitadas por el abonado o usuario. Es una agencia que busca lo destacado para sus clientes actuando de la manera mucho más flexible posible para amoldarse a las pretensiones de sus clientes.
¿como Influye La Propaganda En Nuestra Alimentación?
A lo largo de esta cuarentena, al poder ver mucho más la televisión y estar más atenta a las comunidades y a todo el contenido de internet por norma general, me he dado cuenta de la cantidad de publicidad consciente y subliminal que recibimos a lo largo de cada día. Y es que, antes de investigar más intensamente sobre estos temas pensaba que siendo una sociedad capitalista todo lo mencionado se centraba en productos de compra relacionados con modelos tecnológicos, con turismos y con cosas que están unidas a la moda textil. He podido abrir los ojos y ver mucho más allí, ya que la propaganda ha acabado influyendo aun en nuestra alimentación.
Aunque el conocimiento no siempre condiciona el hábito, puede ser el primer paso para mejorar la dieta7. El mayor porcentaje de los alimentos publicitados para pequeños (78,7%) corresponde a los categorizados como no saludables . En esta categoría se tienen dentro una gran variedad de artículos procesados, tales como derivados lácteos , cereales para el desayuno, bocadillos (papas fritas, “suflés”), salsas y bebidas gaseosas. Destaca en esta categoría la existencia de alimentos definidos como “light” y cereales para el desayuno con un alto contenido en sal . Los avisos de alimentos y bebidas con alto contenido de azúcar o sal poco saludables tienen un encontronazo inmediato y significativo sobre los pequeños y hacen que lleven dietas perjudiciales, según concluye una investigación de la Facultad de McMaster, en Hamilton, Ontario, Canadá.
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Asimismo relativo a la influencia que tiene la propaganda sobre la elección del producto, está visto que la gran mayoría de los avisos están pensados para la cabeza infantil, conectando con ellos a través de imágenes que captan su atención, sobre todo de dibujos animados y la utilización de personajes famosos y admirados. En el caso de la animación hay que poner énfasis que si los pequeños más pequeños no tienen clara la frontera entre programación y anuncios, el alimento de esta forma ofertado será como algo propio de la fantasía pero que se puede hallar. La propaganda intenta crear y consolidar en el menor nuevos hábitos de consumo, puesto que son la mejor garantía de tener consumidores en el futuro; explotando las formas de comportamiento popular de los niños y la inclinación infantil a imitar los modelos de conducta13. Los criterios para definir alto, mediano y bajo contenido usados en este estudio se muestran en la tabla 1 .
Los más jóvenes son singularmente vulnerables, en comparación con los adultos, a los efectos de la publicidad y es más fácil cambiar en ellos sus opciones de consumo merced al marketing. El estudio consistió en la observación directa de la programación de televisión infantil, registrando los anuncios ofertados y los tiempos de emisión premeditados a exactamente los mismos en hojas de obtenida de datos diseñadas a tal fin. La publicidad perjudica en nuestras decisiones independientemente de la edad que tengamos pero hay un público en concreto que esta saliendo mucho más afectado que el resto. Los más afectados por la predominación de la publicidad en los alimentos en la actualidad son los pequeños. Es menos frecuente de lo que debería ya que nos acostumbramos a fijar en otro tipo de anuncios o ofrecemos menos relevancia ya que hablamos de comida y es algo poco impresionante salvo que sea una super campaña de propaganda como las de Coca Cola, McDonalds, etc. Como conclusión, todos los pequeños coincidían en que los modelos anunciados en los medios son mucho más sabrosos y también innovadores.
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Por otra parte, este medio de comunicación es de baja participación15, o sea, el niño recibe el mensaje y lo admite sin solamente reflexión, siendo procesada la información por el hemisferio derecho del cerebro, promoviendo la pasividad16. Otro hecho considerable y probado es que los niños tienden a difuminar y disminuir las diferencias entre la publicidad y los programas normales17,18. De esta manera, los spots publicitarios dirigidos a menores suelen ofrecer adjuntado con la compra otros artículos como pegatinas,… La fascinación infantil por los colores llamativos, regalos promocionales o individuos fantásticos que garantizan sabores inigualables, subyugan al incipiente cliente al poder del anuncio y, por lo tanto, al del alimento en cuestión.
O sea de algo mucho más importantes en tanto que tener la página web de sus negocios entre las primeras situaciones o en la primera página de búsqueda marca una gran diferencia, en tanto que el 90% de los que buscan algo en Google+ no pasan de la primera página y la primera situación se lleva cerca del 60% de los clics. Debido al desarrollo tecnológico ha aumentado el sedentarismo ya sea tanto en pequeños como mayores. Es mucho más fácil que los pequeños estén viendo la televisión que llevarlos al parque, o adquirirles un zumo y patatas que prepararles algo más sano. A lo largo de las semanas los niños pueden llegar a conocer más de trescientos avisos y todos entendemos que los pequeños ven siempre lo mismo y que los avisos no suelen variar con lo que reciben mas de trescientos impactos publicitarios a la semana de los mismos avisos. Por ello, como futura dietista, quiero mandar un mensaje, y sucede que la alimentación es la base de toda nuestra salud, y la gente no le da la relevancia que tendría que ofrecerle.