Hasta que el muñón se caiga y el ombligo de tu bebé se cure, lo mejor es que sigas bañándolo con una esponja para eludir empapar el muñón con agua. No es requisito que bañes a tu bebé con una esponja todos los días; con dos o tres veces a la semana tiende a ser bastante. Deja que el muñón del cordón umbilical se caiga por sí solo en lugar de cogerlo o tirar de él, aunque esté colgando. Nutrición infantil Alimentación y nutrición del niño y del bebé La alimentación de nuestros pequeños es primordial para su salud.
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El cordón umbilical empieza a secarse de forma rápida, se arruga y se pone marrón, hasta el momento en que finalmente se desprende. Luego queda una pequeña herida que se cicatriza en unos días. ¿No te parece curioso el ruido de la respiración de los recién nacidos? No están constipados, simplemente se debe a que sus vías respiratorias son más angostas y se taponan con facilidad. A eso hay que juntar que no tienen idea sonarse como los mayores, no… En cuanto al ombligo cutáneo y probóscide, ocurre en el momento en que una porción de piel del cordón se queda sobresaliendo.
Aunque dé repugnancia proteger el ombligo, es importante llevarlo a cabo para eludir infecciones. Es demasiado esencial sostener bien seca el área abdominal a fin de que la humedad no dé pie a la aparición de bacterias. Para poder realizar la higiene del muñón, es primordial lavarse bien las manos con agua y jabón. Es conveniente secar con gasas estériles y dejar el ombligo al aire.
No Debes
Te ponemos cada día sobre consejos de nutrición infantil, consejos, novedades, mitos, etc. Otra de las señales que indican que algo no va bien con el ombligo del bebé es una hemorragia. Si esta es copiosa y no se detiene, va a haber que acudir de inmediato al servicio de urgencias. Si el muñón tarda mucho más de 2 semanas en desprenderse, huele mal, supura y muestra otros signos de estado deplorable, es fundamental asistir al pediatra para una evaluación. Esta clase de síntomas tienen la posibilidad de estar señalando que existe una infección que debe atenderse lo antes posible.
Ponte en contacto con tu médico si no se ha curado en las dos semanas siguientes a la caída del muñón. En algunos casos, puede existir un motivo por el que el muñón del cordón umbilical no se cae, como una infección o un trastorno del sistema inmunitario. Sostener el muñón del cordón umbilical seco ayudará a que el cordón restante se seque y se caiga. Lo más esencial es sostener el cordón LIMPIO Y SECO, no precisa de ninguna solución desinfectante ni antiséptica. El cordón umbilical provee nutrientes de la madre al feto.
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Además de esto, la piel supura e incluso emite una secreción maloliente que puede llevar sangre consigo. La onfalitis se puede complicar por lo que es fundamental acudir al médico al mínimo síntoma, pero a dios gracias no es una nosología que abunde. El muñón del cordón umbilical acostumbra caerse entre diez días y tres semanas tras el nacimiento. Sigue el resto de los consejos de cuidado del cordón umbilical indicados previamente.
Tapándolo, aumentas la humedad y el peligro de infecciones. Lo idóneo es curar el ombligo con alcohol de 70º y con clorhexidina. Para ello se examina su navegación en nuestra página con el objetivo de progresar la oferta de productos o servicios que le garantizamos. No es aconsejable poner una gasa o venda tipo faja alrededor del abdomen del bebé hasta el momento en que se caiga.
¿qué Es Una Onfalitis?
Es relativamente habitual y dependiendo de lo exagerado que sea, existen muchas ocasiones en las que no se actúa por el hecho de que con el tiempo desaparece. Te contamos cuáles son los inconvenientes más comunes derivados del corte del cordón umbilical y su cicatrización posterior en los recién nacidos. Lo destacado que puedes llevar a cabo es coger una gasa limpia y apretar delicadamente el área del ombligo hasta que deje de sangrar. En el caso de que el sangrado continue, asiste a tu pediatra a fin de que lo explore a fondo. En otras ocasiones, al caerse el cordón, en el fondo del ombligo queda un pequeño bulto rosado y brillante, llamado granuloma. Aplicar nitrato de plata va a ayudar a que se cicatrice y seque.
Por otra parte, no se debe olvidar que es importante cambiar con frecuencia el pañal del bebé. El ombligo es la herida que queda en el abdomen después de la caída del trozo de cordón umbilical y que, poco a poco, va cicatrizando. Mientras lo hace, resulta necesario cubrirlo con un trozo de gasa estéril porque puede sangrar un poco. Las hernias tienen la posibilidad de ser también fundamento de preocupación por la parte de los padres, pero no son un caso de urgencia. No son extrañas y se muestran con mucho más frecuencia en los bebés prematuros. Se producen por pequeños defectos en la pared muscular del abdomen, pero mejoran con la edad y hacia los 2 o tres años desaparecen.
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Tras caerse el cordón umbilical es posible que sangre levemente. Si las gotas de sangre se muestran solamente secarlas o se muestran en bastante cantidad, es conveniente preguntar al pediatra. Tampoco lo es el granuloma umbilical, y sí un poco más habitual es el ombligo cutáneo y probóscide. La primera de las dos anomalías se da cuando al desplomarse el cordón se queda un bulto rosado al fondo del ombligo. Mucho más peligrosa es la onfalitis, que es una infección del ombligo del bebé que hace enrojecimiento y endurecimiento de la piel que está alrededor del mismo.
De nuevo, puedes explotar los cambios de pañal para limpiar suavemente la piel alrededor del muñón con una bola de algodón o un bastoncillo mojados. Es importante prestar atención frente cualquier cambio en el muñón y en el área donde se encuentra. Por ejemplo la secreción de pus, mal olor, hinchazón o enrojecimiento en la piel, son señales que indican que algo no va bien. Y si estas van acompañadas de fiebre y mal, puede ser que permanezca una infección.