Si bien, por lo general, los vómitos no implican adversidades, en algunos casos tienen la posibilidad de deberse a infecciones u otras patologías que pueden ser peligrosas y perjudicar a la salud del bebé si no se tratan a tiempo y de forma correcta. Prestar al bebé resoluciones de rehidratación para evitar que se deshidrate. En el caso de infección de orina, catarro u otitis el médico puede sugerir algún fármaco.
Frecuentemente los vómitos se van sin que lleguemos a entender qué los desencadenó. Pero en otras ocasiones son un síntoma de algún trastorno que debemos tratar, como una infección. Uno de los riesgos de los vómitos es que parte del contenido se vaya a las vías aéreas, para evitarlo hay que tumbar al niño de lado o ponerle boca a bajo. Los vómitos también pueden ser consecuencia de una gripe estomacal o de algún tipo de afección intestinal. En un caso así, se pueden manifestar otros síntomas como dolor en la zona abdominal, diarrea, fiebre y falta de apetito.
Estas regurgitaciones, de forma frecuente consideradas un síntoma de la enfermedad por reflujo gastroesofágico , ocurren de forma inmediata e involuntaria; dan como resultado un rechazo de la leche tras la toma o poco después. El reflujo se acentúa aún más en una situación acostada durante mucho tiempo o con una alimentación en la mayoría de los casos líquida. Los vómitos en los bebés menores de un año argumentan, en la mayoría de los casos, a causas funcionales benignas y no a una patología o problema de salud a futuro.
Causas Más Frecuentes Del Vómito En El Recién Nacido
Para ello se tiene presente la historia clínica del bebé y se le realiza una exploración física completa. Tanto es conque, a veces, con la regurgitación, nos damos cuenta de que el pequeño ha echado leche en el momento en que ya se ha manchado. En el momento en que los vómitos no son síntoma de una afección de salud grave, lo principal es evitar que el bebé se deshidrate y, para esto, lo mejor es darle las resoluciones de rehidratación oral disponibles en farmacias. Se le deben proveer de a poco a cucharaditas pequeñas y sin forzarle. Si hablamos de una indigestión leve, el pequeño va a mejorar en cuestión de horas.
En la década de los 60 era habitual charlar de la muerte súbita infantil y de que la recomendación de las autoridades sanitarias para evitarla era no acostar a los pequeños boca arriba debido al reisgo de asfixia provocada por el vómito. Si los vómitos ocurren seguido y además de esto son rebosantes, tienes que darle tomas pequeñas y frecuentes para mantenerlo hidratado y llévalo a conocer al pediatra. Los pequeños que tuvieron solo unos pocos capítulos de vómitos , que beben por lo menos un poco de líquido, y que no parecen muy enfermos raras veces requieren una visita al médico. El vómito puede ser beneficioso puesto que con él se eliminan las sustancias tóxicas que se hayan podido consumir. Sin embargo, el vómito casi siempre está causado por algún trastorno.
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Lo primordial es evaluar la causa frecuente de esta afección. Para ello, hay que valorar la cantidad de alimento que se le proporciona, si esta reacción ocurre en el momento en que la madre come un alimento específico y después amamanta o si hace aparición solo con la leche de fórmula. La nariz y la boca están conectadas desde adentro por la faringe y, esta, a su vez, con el esófago. Por lo tanto, si hay regresión del contenido estomacal a través del esófago, este puede expulsarse por medio de los 2 orificios. Se tiene que hacer una exploración física para detectar probables causas. El médico observa si el niño medra y se lleva a cabo como se esperaba.
En resumen, que tras algunas tomas tu bebé regurgite es con perfección habitual. Pero hay algunas cosas a tomar en consideración para cerciorarte de que tu pequeño no cruce la línea entre regurgitar y vomitar. Las dos cosas son muy dispares y tienes que preguntar con un médico si tu bebé está devolviendo fuertemente todo, o la mayoría de la toma. El vómito del recién nacido puede responder a distintas causas, con mayor o menor gravedad. Por servirnos de un ejemplo, puede deberse a algo tan banal como una posición errónea en las tomas, hasta ser consecuencia de una infección viral estomacal o un problema gastrointestinal. Una vez que el niño lleve una o 2 horas sin devolver, podemos ofrecerle algo de comer, si es mayor de seis meses.
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No es conveniente ofrecerle la dieta blanda que se aconsejaba antiguamente, pues es restrictiva y lo que el niño necesita para recuperarse es su alimentación habitual. Frecuentemente el bebé no posee apetito y lo único que le desea es el pecho o el biberón, en ese caso, no hay que forzarle. Cuando se encuentre mejor, va a comer mucho más de lo habitual para recobrar el tiempo perdido. Posiblemente el bebé tenga intolerancia o alergia a un determinado alimento, con lo que hay que preguntar con el médico en el caso de vómitos continuos sin fundamento aparente.
Múltiples medidas fáciles de aplicar pueden ayudarte a evitar, o cuando menos limitar, la regurgitación de tu bebé. Al hacer clic en el link, saldrá del lugar web oficial de Royal Philips Healthcare (“Philips”). Philips no proporciona afirmaciones ni garantías de ningún tipo con respecto a los websites de terceros o la información contenida en ellos. Mientras que tratas de localizar la posición de alimentación adecuada, trata de evitar aquellas en las que la cabeza de tu bebé esté hacia abajo. En otras expresiones, cerciórate de que su cabeza esté elevada mientras que se nutre. Para ayudar a eludir que la leche vuelva a subir después de una toma, es preferible eludir cualquier choque, llamada de atención o juego activo, hasta el momento en que la leche se haya asentado mejor en el vientre de tu bebé.
Cuando el bebé devuelve después de ser alimentado y expulsa algo de leche, puedes poner en práctica las próximas recomendaciones para eludir que esto ocurra con frecuencia. Prueba a ofrecerle una cantidad mucho más achicada de leche y haz mucho más pausas a lo largo de la toma a fin de que eructe. Asimismo le ayudará sostenerse erguido durante los 30 minutos siguientes a haber terminado de comer, tal como evitar que esté demasiado activo después de comer. Te recomendamos preguntar el producto De qué forma poner al bebé para ofrecerle el biberón, de este modo te asegurarás de que lo haces de la forma correcta. Calma, la enorme mayoría de los bebés regurgitan frecuentemente a lo largo de los primeros meses (hasta los 6/8 meses). Este suele ser uno de los más importantes motivos de solicitud con el pediatra a esta edad.
Las leches infantiles espesadas tienen la posibilidad de ayudar a reducir la regurgitación en los bebés. Eso sí, consulta siempre con tu pediatra antes de cambiar la leche. El experto da una serie de claves para evitar que los pequeños sufran vómitos a lo largo de los recorridos, sea en coche o en otro tipo de transporte. Durante la Segunda Guerra Mundial, médicos y enfermeras se dieron cuenta que los soldados inconscientes evacuados en camilla del campo de batalla subsistían más si estaban recostados boca abajo en lugar de boca arriba.
Un niño que devuelve con cierta frecuencia puede tolerar mejor cantidades pequeñas de solución tomadas frecuentemente. Si el niño acepta esta cantidad, esta se incrementa gradualmente. Con paciencia y ánimo, la mayoría de los pequeños pueden consumir suficiente líquido por vía oral para eludir la necesidad de dirigir líquidos por vena (líquidos intravenosos). Sin embargo, los pequeños con deshidratación grave y esos que no toman bastante líquido por vía oral tienen la posibilidad de requerir líquidos intravenosos.
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Por lo general, el vómito está producido por la gastroenteritis adecuada a un virus y no causa inconvenientes de larga duración o graves. Hacer un entorno de calma y tranquilidad a la hora de dar las tomas. Haz descansos durante las tomas para que el bebé eructe si es necesario. Si el bebé es un poco más retardado de lo común en sus comidas, no lo fuerces, él marcará su propio ritmo y vas a deber respetarlo. El viejo truco de la abuela, de poner sobre la frente un pañuelo húmedo o empapado en colonia puede ayudar a progresar el malestar del niño. No tapar las ventanillas del coche para que el niño pueda mirar a lo lejos y también recompensar este tipo de visión con juegos, como fijarse en viviendas o animales apartados.