Los puntos que se dan caen solos en 2-3 semanas y hay que tener cuidado en evitar las erecciones a lo largo de los primeros 2-3 días ya que aparte del dolor pueden irse los puntos por la tensión y sangrar. Tiene por nombre circuncisión la intervención quirúrgica que consiste en extirpar el prepucio. Es una intervención sencilla que no precisa de ingreso en hospital, que se realiza de modo ambulatorio, con medios sencillos y anestesia local. Realizada con técnica anestésica correcta es una intervención prácticamente indolora. Aparte de la inflamación y también irritación del glande, tienen la posibilidad de presentarse síntomas como escozor, picor, enrojecimiento, mal fragancia y secreciones aguadas en el pene.
Es más que aconsejable lavar el pene con agua y jabón a los inferiores de tres años. La enorme mayoría de fimosis desaparecen entre los tres y 4 años. Cuando el niño ya tiene tres años pueden realizarse tratamientos con pomadas y acompañarlos de maniobras que no sean bruscas para procurar bajar la piel. El aseo debe incluir una limpieza esmerada del prepucio para eliminar el esmegma, la secreción blanquecina y espesa de los órganos genitales. En el momento en que falla lo previo, la solución es la cirugía con anestesia local.
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En el niño recién nacido, la existencia de un prepucio que no deje destapar el glande es normal. A lo largo del primer año de vida se irá haciendo más elástica y progresivamente dejará que el glande se destape. No hemos presentado aún al genuino personaje principal de esta historia, que es el prepucio. Este es el nombre exacto de la piel que si enferma nos irá a generar una fimosis. Es esta una piel peculiar, como todo nuestro cuerpo, pues tiene 2 capas, una externa más dura y otra interna más blanda.
Para un médico especialista, en estas anomalías de la salud, el diagnóstico es simple a través de una aceptable historia clínica y la observación de las lesiones. En el Instituto Urología y Medicina Sexual de Zaragoza somos especialistas en todo tipo de cirugía peneana y poseemos una gran experiencia en realizar circuncisiones durante más de 30 años. Respecto a la cirugía de circuncisión desearía indicar que es una cirugía sencilla pero debe efectuarla un urólogo con gran experiencia en cirugía peneana. Mi maestro en Boston (Prof. Goldstein) decía que la mejor cirugía peneana es la primera. Si la circuncisión se realiza mal, se corta mucho más piel de la precisa, entonces es difícil reparar el daño.
Charlamos de frenillo corto o corto en el momento en que el frenillo del pene es tan corto que restringe el movimiento que tiene que hacer el prepucio, lo que acarrea afecciones durante la actividad sexual. Otras funcionalidades le fueron destacadas al prepucio, aparte de la señalada protección al glande . Se cree que ayuda al exitación sexual, a la lubricación vaginal y a la activa del movimiento por la fricción, que la piel prepucial enrollada, produce en la vagina, además de la estimulación durante los juegos sexuales y la masturbación . Se señala que es una composición andrógeno dependiente con un complejo sistema de enzimas intradérmicas . Se ha planteado, como ya se dijo, que la circuncisión sin una causa médica, que lo justifique, puede acarrear a síntomas psíquicos de mutilación genital (15-17). Se ha señalado que la resección del prepucio amputa casi todos los receptores de la sensibilidad que el mismo tiene , endurece la cubierta epitelial del glande expuesto, reduciendo la movilidad peneana a lo largo del coito, provocando distintas formas de proceder de prioridad sexual .
Produce en un inicio picor y enrojecimiento en glande poco después del contacto sexual. Posteriormente se producen pequeñas pústulas que se desgastan y confluyen unas con otras. No hay diferencias en la actividad y exitación sexual entre hombres circuncidados y los no operados de fimosis. En ocasiones la circuncisión se hace por motivos culturales o religiosos. Se charla de fimosis cuando la piel que cubre el glande es angosta y no se puede bajar con sencillez para dejar el glande descubierto.
Estos hallazgos, unidos a los de nuestra investigación, apuntan, inobjetablemente, que la separación incompleta del prepucio y el glande es habitual y natural en recién nacidos y lactantes, progresando hasta hacerse total, en la mayoría de los niños, en el momento en que han llegado a la pubertad. Estas adherencias, como ya señalamos, algunos autores la han considerado responsable de la colonización por microorganismos patógenos, lo que puede conducir a balanopostitis y también infección urinaria alta. Sin embargo apuntan que la pobre higiene genital en pre-escolares es mucho más responsable de la balanitis que las adherencias balanoprepuciales. A pesar de ello consideran haber visto menos incidencia de infección urinaria en pequeños circuncidados que en los incircuncisos. El prepucio es la una parte de la piel del pene que cubre el glande, si no existe una anomalía innata en exactamente el mismo. Hace muchos años se creía que el prepucio favorecía las infecciones urinarias en la infancia .
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El experto andrólogo es el encargado de tratar las nosologías de los órganos sexuales masculinos. Infecciones urinarias del niño y el adulto sin otra causa que los justifique. La circuncisión es una intervención muy antigua, hay grabados egipcios en los que se señala su realización. No se logra nada, por temor o pereza, retrasando su realización. Si presenta una lesión en pene debe preguntar, aguardar no conduce a nada.
Asimismo puede ocurrir que la fimosis se desarrolle de mayor (fimosis patológica). Esto tiende a ser el resultado de aspectos como una mala higiene del prepucio, la hinchazón repetida de esta parte y el glande y una cicatrización del prepucio que, transcurrido un tiempo, acabará desarrollando fimosis. Es imposible impedir el frenillo corto, pues se trata de una característica que se genera con el desarrollo y crecimiento de la pubertad.
Las opciones de tratamiento, antes de llegar a la cirugía, son múltiples. Una es la dilatación prepucial para expandir la piel que está bajo tensión. Este aumento manual radica en un estiramiento despacio durante un tiempo.
A veces el frenillo es mucho más corto y tira un poco en la erección o al bajar el prepucio. Si molesta, el cirujano o urólogo lo puede recortar con anestesia local. A veces se puede rasgar solo durante la actividad sexual y sangrar.
Si observa que el prepucio no se retrae por detrás del glande total o relativamente, es que el paciente tiene fimosis. Si la fimosis no fué tratada y no se prosiguen adecuadas medidas de higiene la fimosis, más allá de que se dieron escasos casos, puede derivar en cáncer de pene. En el Centro Urología y Medicina Sexual somos expertos en el diagnóstico y régimen de las patologías del pene y de genitales, con la más rigurosa confidencialidad. Si la biopsia confirma que hablamos de un tumor malvado debe realizarse una cirugía de exéresis en manos de un urólogo especialista en cirugía peneana. Dada la inclinación de la piel a atrofiarse y generar retracciones, esta cirugía habría de ser realizada por un urólogo especialista en cirugía peneana. En casos más avanzados se sugiere eliminar la piel atrófica y retraída a través de cirugía.
En esta situación, la piel del radical distal del pene debe dejar que la parte final del mismo quede al descubierto, siendo esto posible solo si la piel tiene la elasticidad bastante. La higiene diaria del pene puede ser mucho más complicada, pues el glande al quedar absolutamente cubierto por el prepucio, tiende a acumular mucho más suciedad, restos de esperma, esmegma, bacterias, etc. Por este motivo, también es mucho más posible que aparezcan inconvenientes de mal olor. En el próximo artículo de unCOMO mostramos algunos consejos para comprender de qué forma eliminar el esmegma sin mal.
Señalan que los niños que han sido circuncidados al nacimiento, lloran mas intensamente y mucho más tiempo, que los no operados, en el momento de imponerles las vacunas. Los autores llevaron a cabo examen del pene de todos los niños varones que concurrían a la consulta externa de la especialidad o estaban ingresados en salas de pediatría de los centros de salud pediátricos universitarios de Centro Habana, William Soler y Juan Manuel Márquez en Ciudad de La Habana, Cuba. Se tuvo en cuenta sólo a los niños que no habían sido circuncidados o que su prepucio no hubiera sido ampliado por cualquier medio señalando solo si su prepucio había sido dilatado o no cuando eran mas pequeños.