En estos casos es aconsejable ponerlo erguido sobre tu pecho y darle unas palmadas suavecitas en la espalda para asistirlo a eructar. Desgraciadamente, hay diversas afecciones que pueden complicar la vida de los bebés. Como ellos no tienen la posibilidad de expresarse con palabras, las madres tienen que interpretar qué les pasa y actuar en consecuencia. Es por ello que muchas mujeres se preguntan de qué manera sacar los gases de los bebés, entre muchas otras cosas. Si se acumula bastante aire en el estómago del bebé, puede sentirse lleno antes de haber comido lo suficiente. Y si la sensación de incomodidad provoca que el bebé se ponga inquieto (o comience a llorar con cólicos), puede consumir aún más aire.
Es mucho más, existen otras maneras de tragar aire además de la succión en el pecho o el biberón. Por ejemplo, al llorar, con lo que si tu hijo coge un berrinche a lo largo de largo rato y después se expone alterado, posiblemente haya tragado bastante aire a lo largo de esos minutos. Pensamos que la lactancia materna es la nutrición ideal del recién nacido y apoyamos firmemente la recomendación de la Organización Mundial de la Salud de realizar una lactancia materna única a lo largo de los primeros 6 meses de vida. Tiende al bebé boca abajo sobre tus piernas, con la cabecita apoyada en tu muslo. Mantén la mano izquierda sobre su culo y, con la mano derecha, hazle un masaje firme en la espalda. Los movimientos que hagas han de ser bastante lentos, suaves, regulares y sin cambios bruscos.
Trucos Para Hacer Que El Bebé Eructe
Para ello puedes mantener al pequeño en posición vertical contra tu pecho, apoyando su culito con una mano y con la otra acariciar delicadamente su espalda. Asimismo puedes decantarse por intentar mantenerlo un tanto mucho más arriba, sobre tu hombro, a fin de que éste presione tenuemente su barriga. A lo largo de la toma, existen algunos pequeños a quienes les cuesta despedir el aire que han tragado. En estos casos, para impedir que el aire se le quede en la barriga, y que ello le ocasione malestar, es requisito que el bebé eructe y que lo realice bien.
Si el crecimiento del pequeño se genera regularmente, solo es un inconveniente pasajero, que desde los dos meses de vida se atenuará gradualmente. Ciertos pequeños, especialmente si son pequeñísimos, junto con el eructo, asimismo echan algo de leche. El eructo es importante para el confort del niño, pero no debe comprenderse como una regla. Si, tras ciertos intentos, y en el transcurso de un minuto, el niño aún no ha eructado, ya no hay que insistir. Se puede recurrir a esta posición cuando el bebé ya haya cumplido los tres meses de vida y sea con la capacidad de mantener la espalda erguida sin esfuerzo. Ciertos niños lo hacen enseguida, de una manera espontánea y natural.
A Veces, Solo Necesita Una Pausa
Por lo que es esencial tomarse esta cuestión con la debida tranquilidad y ofrecer por hecho que si el bebé no eructa pasado un tiempo, será porque no tiene necesidad de hacerlo. En cualquier caso, hay modelos en farmacias y parafarmacias que, siempre y en todo momento bajo la angosta supervisión de los pediatras, se le tienen la posibilidad de dar al bebé para ayudarle a expulsar los gases. Hay médicos pediatras que no son muy partidarios, si bien todo es dependiente de la tendencia y asimismo de si se lo damos en demasía, lo que, en bebés pequeñísimos puede ocasionar una intoxicación. También podemos asistir al bebé a sacar los gases mientras que come, si observamos que comienza a plañir, se retira de la toma y encoge las piernas.
El mejor instante para llevar a cabo el eructo es en mitad o inmediatamente después de la toma del pecho o el biberón. Si hace cierto tiempo que ha comido, ponerlo boca abajo y mantenerlo con la palma de la mano mientras que es recién nacido, como decíamos antes, es muy efectivo para que haya tránsito intestinal, y logre expulsar los gases por abajo. Hay que tener precaución de no usar esta técnica si el bebe acaba de comer, o bien si no hizo la digestión, puesto que puede vomitar, al estar colocado boca abajo, y en este caso, será peor el remedio que la patología. Si para un adulto tener gases resulta incómodo, molesto, e incluso en ocasiones, doloroso, imaginemos cómo puede ser para un bebé. En los recién nacidos es muy habitual, y tenemos la posibilidad de evitarlos, aunque en las tomas(así sea biberón o pecho) ciertos bebés serán mucho más propensos a tragar gases, pero sí podemos removerlos y aliviarlos.
En ocasiones, los bebés con gasespueden estar realmente incómodos, y detallan mal. De ser de este modo, ¿de qué manera es posible comprender si existe otro inconveniente que esté ocasionando este síntoma?. Las rutinas de sueño del bebé tienen la posibilidad de variar muchísimo, hasta el punto de que los pobres progenitores pasen muchas noches sin reposar. Ahora, te mostramos algunos consejos para la rutina de sueño que ayudarán a tu bebé a reposar toda la noche de un tirón.
Aun es posible que vuelva a tomar el pecho, en tanto que la eliminación del aire va a hacer que haya espacio en su estómago para más leche materna. En nuestro producto De qué manera alimentar a un bebé con biberón, compartimos ciertas claves para hacerlo de forma adecuada. Eructar es una acción bastante importante para un bebé, en tanto que de esta forma devuelve menos y puede tener menos dolores de barriga por el hecho de que expulsa los gases que pudo amontonar en su estómago mientras comía. Por estos motivos y por otros como evitar que el niño esté inquieto, los médicos aconsejan que luego de cada comida se deben realizar una sucesión de ejercicios para conseguir que el bebé eructe. Si quieres saber mucho más, mira el siguiente producto de unComo en el que te explicamos cuántas veces debe eructar un bebé.
Qué Realizar Para Evitar Los Gases
Lo primero que tienes que saber es que los cólicos que tienen los recién nacidos son contracciones en el abdomen acompañadas de mal. Si bien no todos y cada uno de los lactantes sufren de cólicos, varios de ellos sí se ven atormentados por dichas molestias. Las madres de estos pequeños deben entender la manera de aliviarles; estas sencillas recomendaciones tienen la posibilidad de ser de mucha ayuda. Cuando estés prestando asistencia a tu bebé a eructar siempre y en todo momento tienes que tener a mano un pañuelo, en tanto que hay ocasiones en las que devuelven cuando expulsan un eructo. De esta forma evitas que el bebé se manche o incluso que te manches tu mismo/a. Otra forma de colocar al bebé para conseguir que eructe es posicionarlo sobre tu hombro y aguantarlo con una mano.
Tampoco es aconsejable que el pequeño esté sentado mientras que procuras hacerle eructar, ya que en esa situación es casi imposible despedir los gases. No obstante, tan importante es que el bebé eructe como comprender advertir que si no lo realiza, quizá sea pues no tiene la necesidad. Esto es, muchas madres se obsesionan con que el bebé expulse los gases, intentándolo durante demasiado tiempo y sometiendo al bebé a un estrés innecesario.
Proponle al bebé que realice unapausaen mitad de la toma para eructar. Otros, más glotones, protestarán y demandarán acabar la toma antes de eructar. Cada niño tiene sus propias prácticas, y de forma rápida descubrirás las de tu pequeño.
A ciertos padres les funciona, si bien no hay pruebas de que este tipo de biberón sea mejor para los bebés que otros menos costosos. “Suelo recomendar eructar entre los cambios de pecho o después de las tomas”, afirma Jennifer Abdul-Rahman, BSN RN IBCLC, asesora de lactancia certificada de Latched Eternal Lactation Consulting. Abdul-Rahman recomienda llevar a cabo eructar al bebé amamantado tanto si semeja precisarlo tal y como si no, para dejar en libertad el aire atrapado que logre haber en su barriga.