Si bien en la mayoría de los casos es leve y se soluciona por sí sola, existen casos en los que evoluciona con complicaciones. En el recién nacido, la mayor parte de las ictericias no precisan tratamiento. El médico va a ir realizando controles periódicos para revisar que el recién nacido está bien hidratado, gana peso de manera correcta y va desapareciendo la coloración amarillenta. La secuencia de supresión es desde abajo hacia arriba, o sea, las partes que permanecerán más tiempo amarillas serán la cara y los ojos. La ictericia se desarrollará cuando el hígado de un bebé no sea lo suficientemente eficaz para eliminar la bilirrubina del torrente sanguíneo. Una vez que el bebé empieza a madurar y las cantidades de células rojas de la sangre disminuyen, la ictericia se desplomará sin efectos perdurables sobre el bebé.
Por norma general, es una condición que tiende a ser fisiológica y no enseñar peligro de vida para el neonato. La ictericia se diagnostica con una aceptable exploración física y midiendo los escenarios de bilirrubina, normalmente a través de una analítica de sangre. En los recién nacidos, se suele usar un aparato conocido como bilirrubinómetro transcutáneo, que estima la cifra de bilirrubina de forma no invasiva y, habitualmente, permite ahorrar extracciones analíticas. Dependiendo de la nosología que se sospeche, se pedirán otras pruebas complementarias, como una ecografía abdominal.
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Merced a estos focos, se logra que el nivel preocupante de bilirrubina baje, hasta conseguir unos valores mucho más normales para su edad. Muy frecuentemente, después del nacimiento del bebé, la bilirrubina elevada reduce con el paso del tiempo, no necesitándose mucho más. No obstante, en varias oportunidades sí es requisito aplicar un régimen a base de fototerapia. Los bebés alimentados con lactancia materna deben seguir con ella. Es recurrente en los bebés prematuros por el hecho de que sus cuerpos están todavía menos listos para excretar la bilirrubina de manera eficaz. Para evitar probables adversidades los bebés prematuros se tratan aun en el momento en que sus concentraciones de bilirrubina son más bajas que las de los bebés a término con una ictericia normal.
En MedlinePlus, la página web de la Biblioteca Nacional de Medicina de los USA, señalan que un nivel alto de bilirrubina provoca que la piel y la esclerótica de los ojos del bebé luzcan amarilllas. En la página web de la Biblioteca Nacional de Medicina de los USA dan una secuencia de síntomas que podrían indicar que la ictericia es grave. Descartando la leche y los modelos lácteos (que contienen el azúcar galactosa) de la dieta del lactante afectado. El resto de ictericias se tratan en función de qué enfermedad las esté ocasionando. Dado que la bilirrubina se destroza con la luz, cuando sus escenarios no son muy superiores ni intensos lo más frecuente es que el médico recomiende a los padres dejar que el pequeño tome algo de sol. Suscríbete en este momento y recibe en tu correo los consejos de salud de Sanitas para hallar una vida mucho más sana, extendida y feliz.
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La consecuencia es un aumento de la bilirrubina conjugada en la sangre y una disminución de la bilis excretada al intestino delgado. La ictericia hace aparición cuando hay un incremento de la bilirrubina y esta se amontona en los tejidos anatómicos. La bilirrubina es un pigmento natural de nuestro cuerpo de color amarillo anaranjado que se produce por la destrucción de los glóbulos colorados. En las situaciones leves, que son la mayoría, se puede sugerir que el recién nacido esté en una zona de la vivienda bien iluminada . La luz facilita la degradación de la bilirrubina, y se eliminará por la orina.
Posteriormente tienen la posibilidad de hacerse otros estudios para detectar las causas de la ictericia. Es el color amarillento que consiguen la piel y la zona blanca de los ojos como consecuencia de un exceso de bilirrubina en la sangre. La bilirrubina es el producto resultante de la destrucción de los glóbulos colorados. Comunmente la bilirrubina se procesa en el hígado y se excreta con apariencia de bilis a través del intestino junto con las heces. Si la concentración de bilirrubina en la sangre del bebé es muy elevada, es posible que deban ingresarlo en el hospital para dominarlo a tratamiento.
No es fiable en las primeras 24 h de vida, prematuros, en el momento en que las cifras son altísimas ni a lo largo del régimen con fototerapia. La piel de un bebé con ictericia se acostumbra comenzar a poner amarillenta primero en la cara, luego en el pecho y abdomen y, finalmente, en las piernas. La ictericia también puede hacer que el blanco de los ojos (escleróticas) del bebé adquieran una tonalidad amarillenta. La ictericia es una condición que puede ocurrir en los recién nacidos, a los 2-3 días. Si la fototerapia no da resultado o hay una ictericia grave, “se puede plantear el recambio sanguíneo terminado del paciente (exanguinotransfusión)”, resalta el pediatra. Patología hemolítica autoinmune (”en la que la diferencia de conjuntos sanguíneos entre madre e hijo hacen que se produzcan anticuerpos que incrementan la destrucción de glóbulos colorados y se incremente la producción de hemoglobina”).
Los niños con ictericia grave tienen la posibilidad de necesitar fototerapia doble o triple y en varias oportunidades, transfusiones de sangre. Por este motivo, repiten, la mayor parte de los recién nacidos tienen color amarillento en la piel, o ictericia fisiológica. Tiende a ser más visible en el momento en que el bebé tiene de 2 a 4 días y la mayoría de las ocasiones, subrayan, no causa inconvenientes y desaparece al cabo de 2 semanas. Es una obstrucción de las vías biliares que se inicia en el feto cerca del final del embarazo o en las primeras semanas de vida. Es más frecuente entre los recién nacidos a término que entre los prematuros. Los lactantes afectados suelen desarrollar ictericia durante las primeras semanas de vida.
Nos encontramos entonces frente a lo que se conoce como ictericia del recién nacido. La ictericia es una coloración amarillenta de la piel y del blanco del ojo causada por la acumulación de bilirrubina en la sangre. La bilirrubina es una sustancia amarilla que su cuerpo fabrica en el momento en que descompone los glóbulos rojos. Una gran cantidad de bilirrubina en la sangre provoca que la piel y el blanco del ojo se vuelvan amarillos.
Anteriormente, los inconvenientes de Rh eran la causa mucho más grave de ictericia. En la actualidad puede prevenirse inyectando inmunoglobulina Rh a la madre en el final del embarazo, antes del parto, lo que impide que fabrique anticuerpos. Normalmente, como ahora se ha comentado, el exceso de bilirrubina o ictericia es habitual y se suprime sin ningún género de complicación. Pero hay situaciones en los que puede ser un inconveniente grave para los bebés recién nacidos. Un número importante de bebés recién nacidos manifiestan signos de ictericia y valores elevados de bilirrubina.
La patología hepática gestacional aloinmune que no se trata de forma temprana tiene un mal pronóstico. Síndrome de hepatitis neonatal es el término usado para describir la inflamación hepática del recién nacido para la que no hay causa identificada. Este diagnóstico se efectúa con menos continuidad debido a los adelantos en las pruebas que pueden saber una causa precisa. Los defectos genéticos y otras mutaciones genéticas pueden modificar la producción y eliminación habitual de bilis, dando lugar a colestasis. Estos trastornos ocurren en el momento en que al recién nacido le falta una enzima necesaria para descomponer una cierta substancia, admitiendo que las substancias tóxicas se amontonen y dañen el hígado. En la colestasis las células del hígado procesan la bilirrubina adecuadamente, pero la excreción de bilis se ve perjudicado en algún punto entre las células del hígado y el duodeno.